La moda del mensajito

Es propio de esta época escribir mensajitos, mensajitos de Whatsapp, comentarios por todos lados, publicaciones en Facebook y emojis por doquier. Me pregunto en donde quedaron los abrazos de verdad, las miradas a los ojos, las palabras dichas al oído. Me pregunto donde quedó la humanidad, si vivimos sumergidos en tanta basura. Pues en ultima instancia un mensajito raso no es más que un vaso descartable, porque no nos atrevemos a mirarnos a los ojos.

Y es muy propio de esto que llamamos auge de los redes sociales, que los sentimientos ahora se transmiten por estos medios, los abrazos también, los odios y las broncas, y del otro lado siempre hay quien está dispuesto a responder, a reaccionar, porque en esos momentos ni pensamos, muchas veces solo reaccionamos y no nos damos cuenta que ni vale la pena, porque son solo palabras vacías de presencia, vacías de verdadero cariño, son como cáscaras de lo que antaño eran demostraciones, hechos, cosas que se pueden palpar, sino ver y tocar, al menos presenciar. Así que nos convertimos sin querer queriendo en parias de la palabra, presos de una respuesta, sin iniciativa emocional, pues todo se reduce a un mensajito. Y vivimos dentro de tanta falsedad que hacemos de cuenta que un emoji de beso condensa un beso real.

Si es cierto que somos lenguaje, no es menos cierto que no somos solo palabras, y que no cabemos en la pantalla de un teléfono, que a las personas les viene bien lo palpable de la cotidianidad, al menos reconozcamos que no basta, que el cariño genuino es mucho más.

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