Acerca del día del trabajador

El pensamiento interesado que enarbola el dinero como lo más significativo, solo ve al otro como un instrumento para alcanzar un fin. Es así como nos venimos manejando y en el contexto actual esto recrudece. Un ejemplo reciente es como han tratado algunos empresarios a sus trabajadores. Han visto modificadas sus condiciones de apropiación de capital y por lo tanto han decidido que el primer objeto prescindible es el trabajador. Así piensa el interesado, ve al otro como objeto que le sirve y lo compra mientras cumpla su función, pero cuando esta función se redefine o se anula, lo maltrata o busca como deshacerse de él. Pero lo curioso es que detrás de los números hay personas, pero eso no parece importar. ¿Dónde queda el lazo social? ¿Dónde queda el ser conscientes que toda la vida se reproduce gracias al trabajo y el trabajo lo hacemos todos? ¿Dónde queda el saber de las condiciones en las que muchos trabajan hoy? Con recursos limitados y a la espera de un mundo que ya no es el mismo. ¿Dónde queda la certeza de que quien no come ni siquiera es funcional como utensilio?
Y así el mundo se desmorona porque elegimos las ganancias antes que a la gente y los recursos naturales. Es un mundo donde todo es indistinto, porque todo es tratado como cosa universal y al final se lo descarta también como cosa.
Será hora de elegirnos más a nosotros mismos, será hora de ser menos funcionales y más humanos. Plantar más, comprar menos tal vez o quizás comprar mejor. Al menos nosotros, entre nosotros, cuidarnos como seres vivientes, y así algunos habrán perdido, en medio de tanto caos, algo del dinero que tanto ponderan y valoran sobre todo lo demás.

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