Te quiero por tus ojos
y no solo por eso,
también por tus mejillas,
tu pelo y tus dos manos.
Te quiero simplemente
y sin ningún esfuerzo
como quien quiere siempre
sin nada más que hablar.
No importa lo que digan
los que no te conocen
los que nunca te han visto
adentro de tu ser.
Ellos se pierden verte
como un ángel dorado
ellos no te conocen,
no te han visto jamás.
Y aunque te descubrieran
una noche sin luna
tan ciegos estarían
que seguirían sin ver.
Mi mal, mi bien, mi Dios
yo sé de donde vienes
adonde irás y adonde
te encuentras ahora mismo.
Yo sé que no me piensas
pero eso ya no importa
me quedo con el cielo
de tus ojos mojados.